¿Cómo haré para no fallar? ¿Lograré mis sueños?

"El fracaso es solo la oportunidad de empezar de nuevo de una forma más inteligente"- Henry Ford.

El fracaso es algo a lo que la mayoría de los seres humanos tememos por naturaleza, y va de la mano con el miedo a no cumplir las expectativas que hemos pautado para nuestras vidas. Estas ansias de querer adelantar el tiempo y de que las cosas se hagan a nuestra manera pueden llevarnos al auto-sabotaje y muchas veces provocarnos el fracaso. Algunas de las preguntas que más nos hacemos a lo largo de nuestro desarrollo y formación como personas son: ¿Cómo haré para no fallar?, ¿Lograré mis sueños?... Conversemos un poco sobre esto.

Como seres humanos no podemos evitar fallar. Somos seres imperfectos creados por un Dios perfecto, y el fracaso es parte de nosotros. Por tanto, debemos aprender a verlo como parte de nuestro crecimiento y como nuestro puente hacia el éxito. Asimismo, debemos afrontarlo de la mejor manera, porque no son más que métodos que Dios utiliza para mostrarnos Su gloria. Uno de los errores que más cometemos es buscar la aprobación de los demás para tomar cualquier acción o decisión en nuestra vida, como una forma de sentirnos aceptados. El actor Bill Cosby una vez dijo: "No sé cuál es la llave del éxito, pero la llave del fracaso es complacer a todo el mundo". Hoy corroboro con él. Debido a la diversidad con la que Dios nos creó, no podremos nunca complacer a todo el mundo, pero sí podemos estar en plenitud con Cristo, porque completos estamos en Él.

Muchas veces pensamos cosas como: ¿Qué pensarán si hago esto? ¿Me veré ridícula expresando mi opinión? ¿Pensarán que soy una tonta por decir esto? Pero... ¿Cuántas veces nos preguntamos qué pensará Dios? El fracaso también está asociado a nuestra desconfianza en Dios, en ese ser Todopoderoso que siempre está para escuchar nuestro clamor, para darnos Su opinión y que muchas veces ignoramos y vamos a buscar en alguien más eso que Él nos ofrece. Nos olvidamos de que ninguna oración queda sin responder y de que, como dice Su Palabra "Los que confían en Jehová son como el monte de Sión, que no se mueve, sino que permanece siempre" (Salmos 125, 1).

Hoy te invito a que persigas tus sueños, a que no le temas al fracaso, a que no te rindas, a que pongas toda tu esperanza en ese Padre que te creó, porque tienes un Dios vivo, bueno y fiel, para el que nada es imposible. Busca aprobación en Él, no en los demás, porque solo en Él encontrarás un apoyo genuino y verdadero, y podrás ver un cambio en tu vida Del Cielo a la Tierra.

-M.P